Doña Perfecta (?????????)

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Doña Perfecta (?????????) Page 13

by Benito Pérez Galdós


  XIV

  =La discordia sigue creciendo=

  [20] Una nueva tentativa de ver a su prima Rosario fracaso al caer de la tarde. Pepe Rey se encerro en su cuarto para escribir varias cartas, y no podia apartar de su mente una idea fija.

  --Esta noche o manana--decia,--se acabara esto de[25] una manera o de otra.

  Cuando le llamaron para la cena, dona Perfecta se dirigio a el en el comedor, diciendole de buenas a primeras:

  --Querido Pepe, no te apures, yo aplacare al Sr. D. Inocencio... Ya estoy enterada. Maria Remedios, que[30] acaba de salir de aqui, me lo ha contado todo.

  El semblante de la senora irradiaba satisfaccion, semejante 98 a la de un artista orgulloso de su obra.

  --?Que?

  --Yo te disculpare, hombre. Tomarias algunas copas[5] en el Casino, ?no es esto? He aqui el resultado de las malas companias. iD. Juan Tafetan, las Troyas!... Esto es horrible, espantoso. ?Has meditado bien?...

  --Todo lo he meditado, senora--repuso Pepe, decidido a no entrar en discusiones con su tia.

  [10] --Me guardare muy bien de escribirle a tu padre lo que has hecho.

  --Puede usted escribirle lo que guste.

  --Vamos: te defenderas desmintiendome.

  --Yo no desmiento.

  [15] --Luego confiesas que estuviste en casa de esas....

  --Estuve.

  --Y que les diste media onza, porque, segun me ha dicho Maria Remedios, esta tarde bajo Florentina a la tienda del extremeno a que le cambiaran media onza. Ellas no podian[20] haberla ganado con su costura. Tu estuviste hoy en casa de ellas; luego....

  --Luego yo se la di. Perfectamente.

  --?No lo niegas?

  --iQue he de negarlo! Creo que puedo hacer de mi[25] dinero lo que mejor me convenga.

  --Pero de seguro sostendras que no apedreaste al senor Penitenciario.

  --Yo no apedreo.

  --Quiero decir que ellas en presencia tuya....

  [30] --Eso es otra cosa.

  --E insultaron a la pobre Maria Remedios.

  --Tampoco lo niego.

  --?Y como justificaras tu conducta? Pepe... por Dios.--No dices nada; no te arrepientes, no protestas... no....

  --Nada, absolutamente nada, senora. 99

  --Ni siquiera procuras desagraviarme.

  --Yo no he agraviado a usted....

  --- Vamos, ya no te falta mas que... Hombre, coge[5] ese palo y pegame.

  --Yo no pego.

  --iQue falta de respeto! ique!... ?No cenas?

  --Cenare.

  Hubo una pausa de mas de un cuarto de hora. D. Cayetano,[10] dona Perfecta y Pepe Rey comian en silencio. Este se interrumpio cuando D. Inocencio entro en el comedor.

  --iCuanto lo he sentido, Sr. D. Jose de mi alma!... Creame usted que lo he sentido de veras--dijo estrechando la mano al joven y mirandole con expresion de lastima.

  [15] El ingeniero no supo que contestar; tanta era su confusion.

  --Me refiero al suceso de esta tarde.

  --iAh!... ya.

  --A la expulsion de usted del sagrado recinto de la[20] iglesia catedral.

  --El senor obispo--dijo Pepe Rey,--debia pensarlo mucho antes de arrojar a un cristiano de la iglesia.

  --Y es verdad, yo no se quien le ha metido en la cabeza a Su Ilustrisima que usted es hombre de malisimas costumbres;[25] yo no se quien le ha dicho que usted hace alarde de ateismo en todas partes; que se burla de las cosas y personas sagradas, y aun que proyecta derribar la catedral para edificar con sus piedras una gran fabrica de alquitran. Yo he procurado disuadirle; pero Su Ilustrisima es un poco[30] terco.

  --Gracias por tanta bondad.

  --Y eso que el senor Penitenciario no tiene motivos para guardarte tales consideraciones. Por poco mas le dejan en el sitio esta tarde.

  --iBah!... ?pues que?--dijo el sacerdote riendo.--?Ya 100 se tiene aqui noticia de la travesurilla?... Apuesto a que Maria Remedios vino con el cuento. Pues se lo prohibi, se lo prohibi de un modo terminante. La cosa en[5] si no vale la pena, ?no es verdad, Sr. de Rey?

  --Puesto que usted lo juzga asi....

  --Ese es mi parecer. Cosas de muchachos... La juventud, digan lo que quieran los modernos, se inclina al vicio y a las acciones viciosas. El Sr. D. Jose, que es una persona de grandes prendas, no podia ser perfecto... ?que tiene de particular que esas graciosas ninas le sedujeran, y despues de sacarle el dinero le hicieran complice de sus desvergonzados y criminales insultos a la vecindad? Querido amigo mio, por la dolorosa parte que me cupo en[15] los juegos de esta tarde--anadio, llevandose la mano a la region lastimada,--no me doy por ofendido, ni siquiera mortificare a usted con recuerdos de tan desagradable incidente. He sentido verdadera pena al saber que Maria Remedios habia venido a contarlo todo... Es tan chismosa[20] mi sobrina... Apostamos a que tambien conto lo de la media onza, y los retozos de usted con las ninas en el tejado, y las carreras y pellizcos, y el bailoteo de D. Juan Tafetan... iBah! estas cosas debieran quedarse en secreto.

  [25] Pepe Rey no sabia lo que le mortificaba mas, si la severidad de su tia o las hipocritas condescendencias del canonigo.

  --?Por que no se han de decir?--indico la senora.--El mismo no parece avergonzado de su conducta. Sepanlo[30] todos. Unicamente se guardara secreto de esto a mi querida hija, porque en su estado nervioso son temibles los accesos de colera.

  --Vamos, que no es para tanto, senora--anadio el Penitenciario.--Mi opinion es que no se vuelva a hablar del asunto, y cuando esto lo dice el que recibio la pedrada, los 101 demas pueden darse por satisfechos... Y no fue broma lo del trastazo, Sr. D. Jose, pues crei que me abrian un boquete en el casco y que se me salian por el los sesos....

  [5] --iCuanto siento este incidente!...--balbucio Pepe Rey.--Me causa verdadera pena, a pesar de no haber tomado parte....

  --La visita de usted a esas senoras Troyas llamara la atencion en el pueblo--dijo el canonigo.--Aqui no estamos[10] en Madrid, senores, aqui no estamos en ese centro de corrupcion, de escandalo....

  --Alla puedes visitar los lugares mas inmundos--manifesto dona Perfecta,--sin que nadie lo sepa.

  --Aqui nos miramos mucho--prosiguio D. Inocencio.--Reparamos[15] todo lo que hacen los vecinos, y con tal sistema de vigilancia, la moral publica se sostiene a conveniente altura... Creame usted, amigo mio, creame usted, y no digo esto por mortificarle; usted ha sido el primer caballero de su posicion que a la luz del dia... el primero, si senor[20] ... _Trojae qui primus ab oris_.

  Despues se echo a reir, dando algunas palmadas en la espalda al ingeniero en senal de amistad y benevolencia.

  --iCuan grato es para mi--dijo el joven, encubriendo su colera con las palabras que creyo mas propias para contestar[25] a la solapada ironia de sus interlocutores,--ver tanta generosidad y tolerancia, cuando yo merecia por mi criminal proceder!....

  --?Pues que? A un individuo que es de nuestra propia sangre y que lleva nuestro mismo nombre--dijo dona Perfecta,--?se[30] le puede tratar como a un cualquiera? Eres mi sobrino, eres hijo del mejor y mas santo de los hombres, mi querido hermano Juan, y esto basta. Ayer tarde estuvo aqui el secretario del senor obispo, a manifestarme que Su Ilustrisima esta muy disgustado porque te tengo en mi casa.

  --?Tambien eso?--murmuro el canonigo. 102

  --Tambien eso. Yo dije que, salvo el respeto que el senor obispo me merece y lo mucho que le quiero y reverencio, mi sobrino es mi sobrino, y no puedo echarle de mi[5] casa.

  --Es una nueva sin
gularidad que encuentro en este pais--dijo Pepe Rey, palido de ira.--Por lo visto, aqui el obispo gobierna las casas ajenas.

  --El es un bendito. Me quiere tanto, que se le figura[10] ... se le figura que nos vas a comunicar tu ateismo, tu despreocupacion, tus raras ideas... Yo le he dicho repetidas veces que tienes un fondo excelente.

  --Al talento superior debe siempre concedersele algo--manifesto D. Inocencio.

  [15] --Y esta manana, cuando estuve en casa de las de Cirujeda, iay! tu no puedes figurarte como me pusieron la cabeza... Que si habias venido a derribar la catedral; que si eras comisionado de los protestantes ingleses para ir predicando la herejia por Espana; que pasabas la noche[20] entera jugando en el Casino; que salias borracho... "Pero senoras--les dije,--?quieren ustedes que yo envie a mi sobrino a la posada?" Ademas, en lo de las embriagueces no tienen razon, y en cuanto al juego, no se que jugaras hasta hoy.

  [25] Pepe Rey se hallaba en esa situacion de animo en que el hombre mas prudente siente dentro de si violentos ardores y una fuerza ciega y brutal que tiende a estrangular, abofetear, romper craneos y machacar huesos. Pero dona Perfecta era senora y ademas su tia, D. Inocencio era[30] anciano y sacerdote. Ademas de esto las violencias de obra son de mal gusto e impropias de personas cristianas y bien educadas. Quedaba el recurso de dar libertad a su comprimido encono por medio de la palabra manifestada decorosamente y sin faltarse a si mismo; pero aun le parecio prematuro este postrer recurso, que no debia emplear, 103 segun su juicio, hasta el instante de salir definitivamente de aquella casa y de Orbajosa. Resistiendo, pues, el furibundo ataque, aguardo.

  [5] Jacinto llego cuando la cena concluia.

  --Buenas noches, Sr. D. Jose...--dijo, estrechando la mano del joven.--Usted y sus amigas no me han dejado trabajar esta tarde. No he podido escribir una linea.iY tenia que hacer!...

  [10] --iCuanto lo siento, Jacinto! Pues, segun me dijeron, usted las acompana algunas veces en sus juegos y retozos.

  --iYo!--exclamo el rapaz, poniendose como la grana.--iBah! bien sabe usted que Tafetan no dice nunca palabra de verdad... ?Pero es cierto, Sr. de Rey, que se[15] marcha usted?

  --?Lo dicen por ahi?...

  --Si; lo he oido en el Casino, en casa de D. Lorenzo Ruiz.

  Rey contemplo durante un rato las frescas facciones de[20] _D. Nominavito_. Despues dijo:

  --Pues no es cierto. Mi tia esta muy contenta de mi; desprecia las calumnias con que me estan obsequiando los orbajosenses... y no me arrojara de su casa, aunque en ello se empene el senor obispo.

  [25] --Lo que es arrojarte... jamas. iQue diria tu padre!...

  --A pesar de sus bondades, queridisima tia, a pesar de la amistad cordial del senor canonigo, quizas decida yo marcharme....

  [30] --iMarcharte!

  --iMarcharse usted!

  En los ojos de dona Perfecta brillo una luz singular. El canonigo, a pesar de ser hombre muy experto en el disimulo, no pudo ocultar su jubilo.

  --Si; y tal vez esta misma noche.... 104

  --iPero hombre, que arrebatado eres!... ?Por que no esperas siquiera a manana temprano?... A ver... Juan, que vayan a llamar al tio Licurgo para que prepare[5] la jaca.... Supongo que llevaras algun fiambre.... iNicolasa!... ese pedazo de ternera que esta en el aparador.... Librada, la ropa del senorito....

  --No, no puedo creer que usted tome determinacion tan brusca--dijo D. Cayetano, creyendose obligado a tomar[10] alguna parte en aquella cuestion.

  --?Pero volvera usted... no es eso?--pregunto el canonigo.

  --?A que hora pasa el tren de la manana?--pregunto dona Perfecta, por cuyos ojos claramente asomaba la febril[15] impaciencia de su altura.

  --Si, me marcho esta misma noche.

  --Pero hombre, si no hay luna.

  En el alma de dona Perfecta, en el alma del Penitenciario, en la juvenil alma del doctorcillo retumbaron como una[20] armonia celeste estas palabras: "esta misma noche."

  --Por supuesto, querido Pepe, tu volveras.... Yo he escrito hoy a tu padre, a tu excelente padre....--exclamo dona Perfecta, con todos los sintomas fisiognomicos que aparecen cuando se va a derramar una lagrima.

  [25] --Molestare a usted con algunos encargos--manifesto el sabio.

  --Buena ocasion para pedir el cuaderno que me falta de la obra del abate Gaume--indico el abogadejo.

  --Vamos, Pepe, que tienes unos arrebatos y unas salidas--murmuro[30] la senora sonriendo, con la vista fija en la puerta del comedor.--Pero se me olvidaba decirte que Caballuco esta esperando para hablarte.

  105

  XV

  =Sigue creciendo, hasta que se declara la guerra=

  Todos miraron hacia la puerta, donde aparecio la imponente figura del Centauro, serio, cejijunto, confuso al querer saludar con amabilidad, hermosamente salvaje, pero desfigurado por la violencia que hacia para sonreir urbanamente[5] y pisar quedo y tener en correcta postura los herculeos brazos.

  --Adelante, Sr. Ramos--dijo Pepe Rey.

  --Pero no--objeto dona Perfecta.--Si es una tonteria lo que tiene que decirte.

  [10] --Que lo diga.

  --Yo no debo consentir que en mi casa se ventilen estas cuestiones ridiculas....

  --?Que quiere de mi el Sr. Ramos?

  Caballuco pronuncio algunas palabras.

  [15] --Basta, basta... exclamo dona Perfecta, riendo.--No molestes mas a mi sobrino. Pepe, no hagas caso de ese majadero.... ?Quieren ustedes que les diga en que consiste el enojo del gran Caballuco?

  --?Enojo? Ya me lo figuro--indico el Penitenciario,[20] recostandose en el sillon y riendo expansivamente y con estrepito.

  --Yo queria decirle al Sr. D. Jose....--gruno el formidable ginete.

  --Hombre, calla por Dios, no nos aporrees los oidos.

  [25] --Sr. Caballuco--dijo el canonigo,--no es mucho que los senores de la Corte desbanquen a los rudos caballistas de estas salvajes tierras....

  --En dos palabras, Pepe, la cuestion es esta. Caballuco es no se que....

  [30] La risa le impidio continuar.

  --No se que--anadio D. Inocencio,--de una de las 106 ninas de Troya, de Mariquita Juana, si no estoy equivocado.

  --iY esta celoso! Despues de su caballo, lo primero de la Creacion es Mariquilla Troya.

  [5] --iBonito apunte!--exclamo la senora.--iPobre Cristobal! ?Has creido que una persona como mi sobrino?... Vamos a ver, ?que ibas a decirle? Habla.

  --Ya hablaremos el Sr. D. Jose y yo--repuso bruscamente el bravo de la localidad.

  [10] Y sin decir mas se retiro.

  Poco despues Pepe Rey salio del comedor para ir a su cuarto. En la galeria hallose frente a frente con su troyano antagonista, y no pudo reprimir la risa al ver la torva seriedad del ofendido cortejo.

  [15] --Una palabra--dijo este plantandose descaradamente ante el ingeniero.--?Usted sabe quien soy yo?

  Diciendo esto puso la pesada mano en el hombro del joven con tan insolente franqueza, que este no pudo menos de rechazarle energicamente.

  [20] --No es preciso aplastar para eso.

  El valenton, ligeramente desconcertado, se repuso al instante, y mirando a Rey con audacia provocativa, repitio su estribillo.

  --?Sabe usted quien soy yo?

  [25] --Si: ya se que es usted un animal.

  Apartole bruscamente hacia un lado y entro en su cuarto. Segun el estado del cerebro de nuestro desgraciado amigo en aquel instante, sus acciones debian sintetizarse en el siguiente brevisimo y definitivo p
lan: romperle la cabeza a[30] Caballuco sin perdida de tiempo; despedirse en seguida de su tia con razones severas, aunque corteses, que le llegaran al alma; dar un frio adios al canonigo y un abrazo al inofensivo D. Cayetano; administrar, por fin de fiesta, una paliza al tio Licurgo; partir de Orbajosa aquella misma noche y sacudirse el polvo de los zapatos a la salida de la 107 ciudad.

  Pero los pensamientos del perseguido joven no podian apartarse, en medio de tantas amarguras, de otro[5] desgraciado ser a quien suponia en situacion mas aflictiva y angustiosa que la suya propia. Tras el ingeniero entro en la estancia una criada.

  --?Le diste mi recado?--pregunto el.

  --Si, senor, y me dio esto.

  [10] Rey tomo de las manos de la muchacha un pedacito de periodico, en cuyo margen leyo estas palabras: "Dicen que te vas. Yo me muero."

  Cuando volvio al comedor, el tio Licurgo se asomaba a la puerta preguntando:

  [15] --?A que hora hace falta la jaca?

  --A ninguna--contesto vivamente Rey.

  --?Luego no te vas esta noche?--dijo dona Perfecta.--Mejor es que lo dejes para manana.

  --Tampoco.

  [20] --?Pues cuando?

  --Ya veremos--dijo friamente el joven mirando a su tia con imperturbable calma.--Por ahora no pienso marcharme.

  Sus ojos lanzaban energico reto.

  [25] Dona Perfecta se puso primero encendida, palida despues. Miro al canonigo que se habia quitado las gafas de oro para limpiarlas, y luego clavo sucesivamente la vista en los demas que ocupaban la estancia, incluso Caballuco que, entrando poco antes, se sentara en el borde de una silla.[30] Dona Perfecta les miro como mira un general a sus queridos cuerpos de ejercito. Despues examino el semblante meditabundo y sereno de su sobrino, de aquel estrategico enemigo que se presentaba de improviso cuando se le creia en vergonzosa fuga.

  iAy! iSangre, ruina y desolacion!... Una gran 108 batalla se preparaba.

 

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