SOY MI PROPIO HECHIZO
Se pasean los fantasmas de Plaza Real por las escaleras de mi casa. Tapado hasta las cejas, inmóvil en la cama, transpirando y repitiendo mentalmente palabras que no quieren decir nada los siento revolverse, encender y apagar las luces, subir de manera interminable hacia la azotea. Yo soy la luna. Pero antes fui el pandillero y tuve al árabe en mi mira y apreté el gatillo en el minuto menos propicio. Calles estrechas en el interior del Distrito V, sin posibilidades de salir o de cambiar el destino que volaba sobre mis pelos grasientos como una chilaba mágica. Palabras que se alejan unas de otras. Juegos urbanos concebidos desde tiempos inmemoriales . . . «Frankfurt» . . . «Una muchacha rubia en la ventana más grande de la pensión» . . . «Ya no puedo hacer nada» . . . Soy mi propio hechizo. Mis manos palpan un mural en donde alguien, 20 centímetros más alto que yo, permanece en la sombra, con las manos en los bolsillos de la chaqueta, preparando la muerte y su ulterior transparencia. El lenguaje de los otros es ininteligible para mí y para mi hora. «Cansado después de tanto» . . . «Una muchacha rubia bajó las escaleras» . . . «Me llamo Roberto Bolaño» . . . «Abrí los brazos» . . .
I'M MY OWN BEWITCHMENT
The ghosts of Plaza Real are on the stairs. Blankets pulled up to my ears, motionless in bed, sweating and repeating meaningless words to myself, I hear them moving around, turning the lights on and off, endlessly climbing up toward the roof. I’m the moon. But I used to be in a gang and I had the Arab in my sights and I pulled the trigger at the worst possible moment. Narrow streets in the heart of District V, and no way to escape or alter the fate that hovered over my greasy hair like a magic djellaba. Words that drift away from one another. Urban games played from time immemorial . . . “Frankfurt” . . . “A blond girl at the biggest window of the boarding house” . . . “There’s nothing I can do now” . . . I’m my own bewitchment. My hands move over a mural in which someone, 8 inches taller than me, stands in the shadows, hands in the pockets of his jacket, preparing for death and his subsequent transparency. The language of others is unintelligible to me and to my time. “Tired after so much” . . . “A blond girl came down the stairs” . . . “My name is Roberto Bolaño” . . . “I opened my arms” . . .
AZUL
El camping «La Comuna» de Calabria según nota sensacionalista aparecida en PEN. Hostigados por la gente del pueblo. En el interior los campistas se paseaban desnudos. Seis chicos muertos en las cercanías. «Eran campistas» . . . «Bueno, del pueblo no son» . . . Meses antes recibieron una visita de la Brigada Antiterrorista. «Se desmadraban, follaban en todas partes, quiero decir: follaban en grupo y en donde se les venía en gana» . . . «Al principio guardaron las distancias, sólo lo hacían dentro del camping, pero este año armaron orgías en la playa y en los alrededores del pueblo» . . . La policía interroga a los campesinos: «Yo no lo hice», dice uno, «si hubieran prendido fuego al camping podrían echarme la culpa, más de una vez lo pensé, pero no tengo corazón para balear a seis muchachos» . . . Tal vez fue la mafia. Tal vez se suicidaron. Tal vez ha sido un sueño. El viento entre las rocas. El mediterráneo. Azul.
BLUE
The “Commune” campground in Calabria, according to a sensationalistic article in PEN. Harassed by the townspeople. Inside the campers walked around naked. Six kids dead in the surrounding area. “They were campers” . . . “Not from around here, that’s for sure” . . . Months before, the Anti-Terrorist Brigade paid them a visit. “They were out of control, I mean, screwing all over the place: they screwed in groups and wherever they felt like it” . . . “At first they kept to themselves, they only did it at the campground, but this year they had orgies on the beach and right outside town” . . . The police questioning the locals: “I didn’t do it,” says one, “if they had set fire to the campground, I could be blamed, it’s crossed my mind more than once, but I don’t have the heart to shoot six kids” . . . Maybe it was the mafia. Maybe they committed suicide. Maybe it was all a dream. The wind in the rocks. The Mediterranean. Blue.
GENTE RAZONABLE Y GENTE IRRAZONABLE
«Me sospecharon desde el principio» . . . «Tipos pálidos comprendieron por un segundo lo que había detrás de ese paisaje» . . . «Un camping un bosque un club de tenis un picadero la carretera te lleva lejos si quieres ir lejos» . . . «Me sospecharon un espía pero de qué diablos» . . . «Entre gente razonable y gente irrazonable» . . . «Ese tipo que corre por allí no existe» . . . «Él es la verdadera cabeza de este asunto» . . . «Pero también soñé muchachas» . . . «Bueno, gente conocida, los mismos rostros del verano pasado» . . . «La misma gentileza» . . . «Ahora el tiempo es el borrador de todo aquello» . . . «La muchacha ideal me sospechó desde el primer momento» . . . «Un invento mío» . . . «No había espionaje ni hostias similares» . . . «Era tan claro que lo desecharon» . . .
REASONABLE PEOPLE VS. UNREASONABLE PEOPLE
“They suspected me from the beginning” . . . “Pale men could see right away what was hidden in the landscape” . . . “A campground a forest a tennis club a riding school — the road will take you far away if you want to go far away” . . . “They suspected I was a spy but what kind of fucking spy” . . . “Reasonable people vs. unreasonable people” . . . “That guy running around here doesn’t exist” . . . “He’s the real ringleader of all this” . . . “But I also dreamed of girls” . . . “People we know the same faces from last summer” . . . “The same kindness” . . . “Now time erases all that” . . . “The perfect girl suspected me from the very beginning” . . . “Something I made up” . . . “There was no spying or any shit like that” . . . “It was so obvious that they refused to believe it” . . .
EL NILO
El infierno que vendrá . . . Sophie Podolski se suicidó hace varios años . . . Ahora tendría 27, como yo . . . Patrones egipcios en el cielo raso, los empleados se acercan lentamente, campos polvorientos, es el fin de abril y les pagan con heroína . . . He encendido la radio, una voz impersonal hace el recuento por ciudades de los detenidos en el día de hoy . . . «Hasta las cero horas, sin novedad» . . . Una muchacha que escribía dragones totalmente podrida en algún nicho de Bruselas . . . «Metralletas, pistolas, granadas decomisadas» . . . Estoy solo. Toda la mierda literaria ha ido quedando atrás. Revistas de poesía, ediciones limitadas, todo ese chiste gris quedó atrás . . . El tipo abrió la puerta a la primera patada y te puso la pistola debajo del mentón . . . Edificios abandonados de Barcelona, casi como una invitación para suicidarse en paz . . . El sol detrás de la cortina de polvo en el atardecer junto al Nilo . . . El patrón paga con heroína y los campesinos esnifan en los surcos, tirados sobre las mantas, bajo palmeras escritas . . . Una muchacha belga que escribía como una estrella . . . «Ahora tendría 27, como yo» . . .
THE NILE
The hell to come . . . Sophie Podolski killed herself years ago . . . She would’ve been 27 now, like me . . . Egyptian designs on the ceiling, the workers slowly approach, dusty fields, it’s the end of April and they’re paid in heroin . . . I’ve turned on the radio, an impersonal voice gives the city-by-city count of those arrested today . . . “Midnight, nothing to report” . . . A girl who wrote dragons completely fucking sick of it all in some corner of Brussels . . . “Assault rifles, guns, old grenades” . . . I’m alone. All the literary shit gradually falling by the wayside. Poetry journals, limited editions, the whole dreary joke behind me now . . . The door opened at the first kick and the guy jammed the gun under your chin . . . Abandoned buildings in Barcelona, almost like an invitation to kill yourself in peace . . . The sun on the Nile behind the curtain of dust at sunset . . . The boss pays in heroin and the farm w
orkers snort it in the furrows, on blankets, under scrawled palm trees . . . A Belgian girl who wrote like a star . . . “She would’ve been 27 now, like me” . . .
LOS UTENSILIOS DE LIMPIEZA
Alabaré estas carreteras y estos instantes. Paraguas de vagabundos abandonados en explanadas al fondo de las cuales se yerguen supermercados blancos. Es verano y los policías beben en la última mesa del bar. Junto al tocadiscos una muchacha escucha canciones de moda. Alguien camina a estas horas lejos de aquí, alejándose de aquí, dispuesto a no volver más. ¿Un muchacho desnudo sentado junto a su tienda en el interior del bosque? La muchacha entró en el baño torpemente y se puso a vomitar. Bien mirado, es poco el tiempo que nos dan para crear nuestra vida en la tierra, quiero decir: asegurar algo, casarse, esperar la muerte. Sus ojos en el espejo, como cartas desplegadas en una habitación en penumbras; el bulto que respira, hundido en la cama con ella. Los hombres hablan de rateros muertos, precios de chalets en la costa, pagas extras. Un día moriré de cáncer. Los utensilios de limpieza comienzan a levitar en su imaginación. Ella dice: podría seguir y seguir. El muchacho entró en la habitación y la cogió de los hombros. Ambos lloraron como personajes de películas diferentes proyectadas en la misma pantalla. Escena roja de cuerpos que abren el gas. La mano huesuda y hermosa hizo girar la llave. Escoge una sola de estas frases: «escapé de la tortura» . . . «un hotel desconocido» . . . «no más caminos» . . .
CLEANING UTENSILS
All praise to the highways and to these moments. Umbrellas abandoned by bums in shopping plazas with white supermarkets rising at the far ends. It’s summer and the policemen are drinking at the back of the bar. Next to the jukebox a girl listens to the latest hits. Around the same time, someone is walking, far from here, away from here, with no plans to come back. A naked boy sitting outside his tent in the woods? The girl stumbled into the bathroom and began to vomit. When you think about it, we’re not allotted much time here on earth to make lives for ourselves: I mean, to scrape something together, get married, wait for death. Her eyes in the mirror like letters fanned out in a dark room; the huddled breathing shape burrowed into bed with her. The men talk about dead small-time crooks, the price of houses on the coast, extra paychecks. One day I’ll die of cancer. Cleaning utensils begin to levitate in her head. She says: I could go on and on. The kid came into the room and grabbed her by the shoulders. The two of them wept like characters from different movies projected on the same screen. Red scene of bodies turning on the gas. The bony beautiful hand turned the knob. Choose just one of these phrases: “I escaped torture” . . . “an unknown hotel” . . . “no more roads” . . .
UN MONO
Enumerar es alabar, dijo la muchacha (18, poeta, pelo largo). En la hora de la ambulancia detenida en el callejón. El camillero aplastó la colilla con el zapato, luego avanzó como un oso. Me gustaría que apagaran las luces de las ventanas y que esos desgraciados se fueran a dormir. ¿Quién fue el primer ser humano que se asomó a una ventana? (Aplausos.) La gente está cansada, no me asombraría que un día de éstos nos recibieran a balazos. Supongo que un mono. No puedo hilar lo que digo. No puedo expresarme con coherencia ni escribir lo que pienso. Probablemente debería dejarlo todo y marcharme, ¿no lo hizo así Teresa de Ávila? (Aplausos y risas.) Un mono asomado en una ventana purulenta viendo declinar el día, como una estatua pulsátil. El camillero se acercó a donde estaba fumando el sargento; apenas se saludaron con un movimiento de hombros sin llegar a mirarse en ningún momento. A simple vista uno podía notar que no había muerto de un ataque cardiaco. Estaba bocabajo y en la espalda, sobre el suéter marrón, se apreciaban varios agujeros de bala. Le descargaron una ametralladora entera, dijo un enano que estaba en el lado izquierdo del sargento y que el enfermero no había tenido tiempo de ver. A lo lejos escucharon el murmullo de una manifestación. Será mejor que nos vayamos antes de que tapen la avenida, dijo el enano. El sargento parecía no escucharle, embebido en la contemplación de las ventanas con gente que miraba el espectáculo. Vámonos rápido. ¿Pero adónde? No hay comisarías. Enumerar es alabar y se rió la muchacha. La misma pasión, hasta el infinito. Coches detenidos entre baches y tarros de basura. Puertas que se abren y luego se cierran sin motivo aparente. Motores, faros, la ambulancia sale en marcha atrás. La hora se infla, revienta. Supongo que fue un mono en la copa de un bendito árbol.
A MONKEY
To name is to praise, said the girl (18, a poet, long hair). The hour of the ambulance parked in the alley. The medic stubbed out his cigarette on his shoe, then lumbered forward like a bear. I wish those miserable people in the windows would turn out the lights and go to sleep. Who was the first human being to look out a window? (Applause.) People are tired, it wouldn’t surprise me if one of these days they greeted us with a hail of bullets. I guess a monkey. I can’t string two words together. I can’t express myself coherently or write what I want. I should probably give up everything and go away, isn’t that what Teresa of Avila did? (Applause and laughter.) A monkey looking out a putrid window, watching the daylight fade, like a pulsing statue. The medic came over to where the sergeant was smoking; they greeted each other with a slight shrug without ever making eye contact. It was clear at a glance that he hadn’t died of a heart attack. He was face down and you could see the bullet holes in his back, in his brown sweater. They emptied a machine gun into him, said a dwarf who was standing to the left of the sergeant and who the medic had not yet seen. In the distance they heard the hum of a protest march. We’d better go before they block the street, said the dwarf. The sergeant didn’t seem to hear him, absorbed in contemplation of the windows from which people were watching the spectacle. Let’s hurry. But where do we go? There aren’t any police stations. To name is to praise and the girl laughed. The same passion, taken to infinity. Cars stop between potholes and garbage cans. Doors that open and then close for no apparent reason. Engines, streetlights, the ambulance reverses away. The hour swells, bursts. I guess it was a monkey at the top of a damned tree.
NO HABÍA NADA
No hay comisarías no hay hospitales no hay nada. Al menos no hay nada que puedas conseguir con dinero. «Nos movemos por impulsos instantáneos» . . . «Algo así destruirá el inconsciente y quedaremos en el aire» . . . «¿Recuerdas ese chiste del torero que salía a la arena y no había toro no había arena no había nada?» . . . Los policías bebieron brisas anárquicas. Alguien se puso a aplaudir.
THERE WAS NOTHING
There are no police stations no hospitals no nothing. At least there’s nothing money can buy. “We act on instantaneous impulses” . . . “This is the kind of thing that destroys the unconscious, and then we’ll be left hanging” . . . “Remember that joke about the bullfighter who comes out into the ring and there’s no bull no ring no nothing?” . . . The policemen drank anarchic breezes. Someone started to clap.
ENTRE LOS CABALLOS
Soñé con una mujer sin boca, dice el tipo en la cama. No pude reprimir una sonrisa. Las imágenes son empujadas nuevamente por el émbolo. Mira, le dije, conozco una historia tan triste como ésa. Es un escritor que vive en las afueras de la ciudad. Se gana la vida trabajando en un picadero. Nunca ha pedido gran cosa de la vida, le basta con tener un cuarto y tiempo libre para leer. Pero un día conoce a una muchacha que vive en otra ciudad y se enamora. Deciden casarse. La muchacha vendrá a vivir con él. Se plantea el primer problema: conseguir una casa lo suficientemente grande para los dos. El segundo problema es de dónde sacar dinero para pagar esa casa. Después todo se encadena: un trabajo con ingresos fijos (en los picaderos se gana a comisión, más cuarto, comida y una pequeña paga al mes), legalizar sus papeles, seg
uro social, etc. Por lo pronto necesita dinero para ir a la ciudad de su prometida. Un amigo le proporciona la posibilidad de escribir artículos para una revista. Él piensa que con los cuatro primeros puede pagar el autobús de ida y vuelta y tal vez algunos días de alojamiento en una pensión barata. Escribe a su chica anunciando el viaje. Pero no puede redactar ningún artículo. Pasa las tardes sentado en una mesa de la terraza del picadero intentando escribir, pero no puede. No le sale nada, como vulgarmente se dice. El tipo reconoce que está acabado. Sólo escribe breves textos policiales. El viaje se aleja de su futuro, se pierde, nunca jamás, y él permanece apático, quieto, trabajando de una manera automática entre los caballos.
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