by Octavio Paz
scarlet queen
(and girl with purple stockings
running disheveled through the woods)
Salamander, you are
silent, the
black consoler of sulfur tears
(One wet summer I heard
the vibration of your
cylindrical tail
between loose tiles of a
dead-calm moonlit patio)
Caucasian salamander
in the rock’s
cindery shoulder appears
and disappears
a brief black tongue
flecked with saffron
Black and brilliant creature
the moss
quivers
you devour
insects
diminutive herald of the rainshower
familiar spirit of the lightning
(Internal fecundation
oviparous reproduction
the young live in the water
once adult they swim sluggishly)
Salamander
Hanging bridge between eras bridge of cold blood
axis of movement
(The changes in the alpine species
the most slender of all
take place in the mother’s womb
Of all the tiny eggs no more than two mature
and until they hatch
the embryos are nourished on a broth
composed of the doughy mass of their aborted
brother-eggs)
The Spanish Salamander
black and red mountaineer
The sun nailed to the sky’s center does not throb
does not breathe
life does not commence without blood
without the embers of sacrifice
the wheel of days does not revolve
Xólotl refuses to consume himself
he hid himself in the corn but they found him
he hid himself in the maguey but they found him
he fell into the water and became the fish axólotl
the Double-Being “and then they killed him”
Movement began, the world was set in motion
the procession of dates and names
Xólotl the dog, guide to Hell
he who dug up the bones of the fathers
he who cooked the bones in a pot
he who lit the fire of the years
the maker of men
Xólotl the penitent
the burst eye that weeps for us
Xólotl
larva of the butterfly
double of the Star
sea shell
other face of the Lord of Dawn
Xólotl the axólotl
Salamander
solar arrow
lamp of the moon
column of noonday
name of woman
scales of night
(The infinite weight of light
a half-drachm on your eyelashes)
Salamander
back flame
sunflower
you yourself the sun
the moon
turning forever around you
pomegranate that bursts itself open each night
fixed star on the brow of the sky
and beat of the sea and the stilled light
open mind above the to-and-fro of the sea
The star-lizard, salamandria
saurian scarcely eight centimeters long
lives in crevices and is the color of dust
Salamander of earth and water
green stone in the mouth of the dead
stone of incarnation
stone of fire
sweat of the earth
salt flaming and scorching
salt of destruction and
mask of lime that consumes the face
Salamander of air and fire
wasp’s nest of suns
red word of beginning
The salamander
a lizard
her tongue ends in a dart
her tail ends in a dart
She is unhissableShe is unsayable
she rests upon hot coals
queens it over firebrands
If she carves herself in the flame
she burns her monument
Fire is her passion, her patience
Salamander Salamate
[DL]
* * * *
Madrugada
Rápidas manos frías
retiran una a una
las vendas de la sombra
Abro los ojos todavía
estoy vivo en el centro
de una herida todavía fresca
Aquí
Mis pasos en esta calle
resuenan en otra calle
donde oigo mis pasos
pasar en esta calle
donde
Sólo es real la niebla
Disparo
A Lasse Söderberg
Salta la palabra
adelante del pensamiento
adelante del sonido
la palabra salta como un caballo
adelante del viento
como un novillo de azufre
adelante de la noche
se pierde por las calles de mi cráneo
en todas partes las huellas de la fiera
en la cara del árbol el tatuaje escarlata
en la frente del torreón el tatuaje de hielo
en el sexo de la iglesia el tatuaje eléctrico
sus uñas en tu cuello
sus patas en tu vientre
la señal violeta
el tornasol que gira hasta el blanco
hasta el grito hasta el basta
el girasol que gira como un ay desollado
la firma del sin nombre a lo largo de tu piel
en todas partes el grito que ciega
la oleada negra que cubre el pensamiento
la campana furiosa que tañe en mi frente
la campana de sangre en mi pecho
la imagen que ríe en lo alto de la torre
la palabra que revienta las palabras
la imagen que incendia todos los puentes
la desaparecida en mitad del abrazo
la vagabunda que asesina a los niños
la idiota la mentirosa la incestuosa
la corza perseguida
la mendiga profética
la muchacha que en mitad de la vida
me despierta y me dice acuérdate
Peatón
Iba entre el gentío
por el bulevar Sebastó,
pensando en sus cosas.
El rojo lo detuvo.
Miró hacia arriba: sobre
las grises azoteas, plateado
entre los pardos pájaros,
un pescado volaba.
Cambió el semáforo hacia el verde.
Se preguntó al cruzar la calle
en qué estaba pensando.
Pausa
A la memoria de Pierre Reverdy
Llegan
unos cuantos pájaros
y una idea negra.
Rumor de árboles,
rumor de trenes y motores,
¿va o viene este instante?
El silencio del sol
traspasa risas y gemidos,
hunde su pica
hasta el grito de piedra de las piedras.
Sol-corazón, piedra que late,
piedra de sangre que se vuelve fruto:
las heridas se abre
n y no duelen,
mi vida fluye parecida a la vida.
Certeza
Si es real la luz blanca
de esta lámpara, real
la mano que escribe, ¿son reales
los ojos que miran lo escrito?
De una palabra a la otra
lo que digo se desvanece.
Yo sé que estoy vivo
entre dos paréntesis.
Paisaje
Peña y precipicio,
más tiempo que piedra,
materia sin tiempo.
Por sus cicatrices
sin moverse cae
perpetua agua virgen.
Reposa lo inmenso
piedra sobre piedra,
piedras sobre aire.
Se despliega el mundo
tal cual es, inmóvil
sol en el abismo.
Balanza del vértigo:
las rocas no pesan
más que nuestras sombras.
Identidad
En el patio un pájaro pía,
como el centavo en su alcancía.
Un poco de aire su plumaje
se desvanece en un viraje.
Tal vez no hay pájaro ni soy
ese del patio en donde estoy.
Andando por la luz
Adelantas la pierna
izquierda el día
se detiene sonríe
y se echa a andar ligero
bajo el sol detenido
Adelantas la pierna
derecha el sol
camina más ligero
a lo largo del día
varado entre los árboles
Caminas altos senos
andan los árboles
te sigue el sol el día
sale a tu encuentro el cielo
inventa nubes súbitas
El mismo tiempo
No es el viento
no son los pasos sonámbulos del río
entre las casas petrificadas y los árboles
a lo largo de la noche rojiza
no es la sombra subiendo las escaleras
Todo está quieto reposa el mundo natural
Es la ciudad en torno de su sombra
buscando siempre buscándose
perdida en su propia inmensidad
sin alcanzarse nunca ni poder salir de sí misma
Cierro los ojos y veo pasar los autos
se encienden y apagan y encienden
se apagan no sé adónde van
Todos vamos a morir ¿sabemos algo más?
En una banca un viejo habla solo
¿Con quién hablamos al hablar a solas?
Olvidó su pasado no tocará el futuro
No sabe quién es
está vivo en mitad de la noche habla para oírse
Junto a la verja se abraza una pareja
ella ríe y pregunta algo
su pregunta sube y se abre en lo alto
A esta hora el cielo no tiene una sola arruga
caen tres hojas de un árbol
alguien silba en la esquina
en la casa de enfrente se enciende una ventana
¡Qué extraño es saberse vivo!
Caminar entre la gente
con el secreto a voces de estar vivo
Madrugadas sin nadie en el Zócalo
sólo nuestro delirio y los tranvías
Tacuba Tacubaya Xochimilco San Ángel Coyoacán
en la plaza más grande que la noche
encendidos listos para llevarnos
en la vastedad de la hora al fin del mundo
Rayas negras
las pértigas enhiestas de los troles contra el cielo de piedra
y su moña de chispas su lengüeta de fuego
brasa que perfora la noche pájaro
volando silbando volando
entre la sombra enmarañada de los fresnos
desde San Pedro hasta Mixcoac en doble fila
Bóveda verdinegra masa de húmedo silencio
sobre nuestras cabezas en llamas
mientras hablábamos a gritos
en los tranvías rezagados
atravesando los suburbios
con un fragor de torres desgajadas
Si estoy vivo camino todavía
por esas mismas calles empedradas
charcos lodos de junio a septiembre
zaguanes tapias altas huertas dormidas
en vela sólo blanco morado blanco
el olor de las flores impalpables racimos
En la tiniebla un farol casi vivo
contra la pared yerta Un perro ladra
preguntas a la noche No es nadie
el viento ha entrado en la arboleda
Nubes nubes gestación y ruina y más nubes
templos caídos nuevas dinastías
escollos y desastres en el cielo Mar de arriba
nubes del altiplano ¿dónde está el otro mar?
Maestras de los ojos nubes
arquitectos de silencio
Y de pronto sin más porque sí
llegaba la palabra alabastro
esbelta transparencia no llamada
Dijiste haré música con ella
castillos de sílabas No hiciste nada
Alabastro sin flor ni aroma
tallo sin sangre ni savia
blancura cortada garganta sólo garganta
canto sin pies ni cabeza
Hoy estoy vivo y sin nostalgia
la noche fluye la ciudad fluye
yo escribo sobre la página que fluye
transcurro con las palabras que transcurren
Conmigo no empezó el mundo
no ha de acabar conmigo Soy
un latido en el río de latidos
Hace veinte años me dijo Vasconcelos
«Dedíquese a la filosofía
Vida no da defiende de la muerte»
Y Ortega y Gasset en un bar sobre el Ródano
«Aprenda el alemán
y póngase a pensar olvide lo demás»
Yo no escribo para matar al tiempo
ni para revivirlo
escribo para que me viva y reviva
Hoy en la tarde desde un puente
vi al sol entrar en las aguas del río
Todo estaba en llamas
ardían las estatuas las casas los pórticos
En los jardines racimos femeninos
lingotes de luz líquida
frescura de vasijas solares
Un follaje de chispas la alameda
el agua horizontal inmóvil
bajo los cielos y los mundos incendiados
Cada gota de agua un ojo fijo
el peso de la enorme hermosura
sobre cada pupila abierta
Realidad suspendida en el tallo del tiempo
la belleza no pesa Reflejo sosegado
tiempo y belleza son lo mismo luz y agua
Mirada que sostiene a la hermosura
tiempo que se embelesa en la mirada
mundo sin peso si el hombre pesa
¿no basta la hermosura?No sé nada
Sé lo que sobra no lo que basta
La ignorancia es ardua como la belleza
un día sabré menos y abriré los ojos
Tal vez no pasa el tiempo
pasan imágenes de tiempo
si no vuelven las horas vuelven las presencias
En esta vida hay otra vida
la higuera aquella volverá esta noche
esta noche regresan otras noches
Mientras escribo oigo pasar el río
no éste aquel que es é
ste
Vaivén de momentos y visiones
el mirlo está sobre la piedra gris
en un claro de marzo negro
centro de claridades
No lo maravilloso presentido lo presente sentido
la presencia sin más nada más pleno colmado
No es la memoria nada pensado ni querido
No son las mismas horas otras
son otras siempre y son la misma
entran y nos expulsan de nosotros
con nuestros ojos ven lo que no ven los ojos
Dentro del tiempo hay otro tiempo
quieto sin horas ni peso ni sombra
sin pasado o futuro sólo vivo
como el viejo del banco
unimismado idéntico perpetuo
Nunca lo vemos Es la transparencia
Cosante
Con la lengua cortada
y los ojos abiertos
el ruiseñor en la muralla
Ojos de pena acumulada
y plumaje de sangre
el ruiseñor en la muralla
Plumas de sangre y breve llamarada
agua recién nacida en la garganta
el ruiseñor en la muralla
Agua que corre enamorada
agua con alas
el ruiseñor en la muralla
Entre las piedras negras la voz blanca
del agua enamorada
el ruiseñor en la muralla
Con la lengua cortada canta
sangre sobre la piedra
el ruiseñor en la muralla
Movimiento
Si tú eres la yegua de ámbar
yo soy el camino de sangre
Si tú eres la primer nevada
yo soy el que enciende el brasero del alba
Si tú eres la torre de la noche
yo soy el clavo ardiendo en tu frente
Si tú eres la marea matutina
yo soy el grito del primer pájaro
Si tú eres la cesta de naranjas
yo soy el cuchillo de sol
Si tú eres el altar de piedra
yo soy la mano sacrílega
Si tu eres la tierra acostada
yo soy la caña verde
Si tú eres el salto del viento
yo soy el fuego enterrado
Si tú eres la boca del agua
yo soy la boca del musgo
Si tú eres el bosque de las nubes
yo soy el hacha que las parte
Si tú eres la ciudad profanada
yo soy la lluvia de consagración
Si tú eres la montaña amarilla
yo soy los brazos rojos del liquen
Si tú eres el sol que se levanta