by Alice Walker
to her country; her people; her children;
her home.
All she has as armor is what she has learned
must never be done.
Not in the name of War
and especially never in the
name of Peace.
Hope is always the teacher
with the toughest homework.
Our assignment: to grasp
what has never been breathed in our stolen
Empire
on the hill:
Without justice, we will never
be healed.
For more information about the inspiring courage of this mother of five, visit codepink.org.
Hay gente amable en todas partes
para Young Bryon, que está consiguiendo un pasaporte
Algunas personas en Turquía
son muy amables.
Algunas en Afganistán
son muy amables.
Algunas personas en las Américas
son muy amables.
En Canadá también
algunas personas
son amables.
En México
definitivamente encontrarás
personas amables.
Asimismo
en Sudán.
Hay gente amable
entre los zulúes
de Sudáfrica
y cada grupo idiomático en África
tiene algunas personas amables.
Hay gente amable
en Islandia
y
en Rusia.
Hay mucha gente amable en Corea.
Hay millones de personas amables en China.
Hay personas amables en Japón.
Si las personas amables fueran los dirigentes en estos países asiáticos que históricamente guerrean,
¡se tratarían entre ellos
mucho mejor!
Hay personas amables en el Congo.
Hay personas amables
en Egipto;
y personas amables
en Australia.
Mucha gente amable vive
en Noruega.
Numerosa gente amable vive
en España.
Hay muchas personas amables
en Ghana
y Kenia
y personas amables también
en Guam
y en Filipinas.
Hay personas amables
en Cuba.
Muchas personas amables
existen en Irán.
Hay gente amable
en Libia y Colombia.
Gente amable vive
en Vietnam.
Gente amable existe
en Inglaterra y Birmania.
Hay personas amables
de seguro
en Irlanda.
Personas amables viven
en Francia.
Personas amables persisten
en Siria.
Hacen lo mismo
en Iraq.
Alguna gente amable vive
en Venezuela.
Bastante gente muy amable
vive en Brasil.
Hay personas amables
en Israel
como hay personas
amables también
en Palestina.
De hecho, casi en cada hogar
del planeta
hay por lo menos una
persona muy amable
que te haría feliz conocer.
¡Las personas amables están dondequiera!
Al ser amables, no deben desaparecer.
Estamos perdidos
si no podemos experimentar más
lo amable que los humanos pueden ser.
Prométeme jamás
olvidar esto.
No importa lo lejos
que vayas
con este nuevo pasaporte,
dónde te indiquen aterrizar
tu propio y amable ser
o quién te envíe.
Sweet People Are Everywhere
for Young Bryon, Who Is Getting a Passport
Some of the people in Turkey
are very sweet.
Some of those in Afghanistan
are very sweet.
Some of the people in the Americas
are very sweet.
In Canada too
some of the people
are sweet.
In Mexico
you will definitely find
sweet people.
Likewise
in the Sudan.
There are sweet people
among the Zulu
in South Africa
and every language group in Africa
has some sweet people
in it.
There are sweet people
in Iceland
and
in Russia.
There are many sweet people in Korea.
There are millions of sweet people in China.
There are sweet people in Japan.
If the sweet people were the leaders in these historically warring Asian countries
they would treat each other
much better!
There are sweet people
in the Congo.
There are sweet people
in Egypt;
and sweet people
in Australia.
Many sweet people are
in Norway.
Numerous sweet people are
in Spain.
There are many sweet people
in Ghana
and Kenya
and sweet people also
in Guam
and the Philippines.
There are sweet people
in Cuba.
Many sweet people
exist in Iran.
There are sweet people
in Libya and Colombia.
Sweet people are
in Vietnam.
Sweet people exist
in England and Burma.
There are sweet people
for sure
in Ireland.
Sweet people are
in France.
Sweet people are holding on
in Syria.
They are doing the same
in Iraq.
Some sweet people live
in Venezuela.
Many very sweet people
live in Brazil.
There are sweet people
in Israel
as there are sweet people
also
in Palestine.
Actually, in almost every house
on the planet
there is at least one
very sweet person
that you would be happy to know.
Sweet people are everywhere!
Being sweet, they must not be disappeared.
We are lost
if we can no longer experience
how sweet human beings can be.
Promise me never
to forget this.
No matter how far
you go
on this new passport,
where you are directed to land
your own sweet self
or who sends you.
Y cuando nos espíen
para Snowden
Y cuando
nos espíen
deja que
nos descubran
amando
—en verdad no importa
lo que amemos;
deja que sea
un ejercicio
del corazón—.
Puedes empezar
con
tu automóvil
—si esa ha sido
tu educación—.
Después de todo
los grandes
nos dicen
que se trata
de cualquier modo
necesariamente
de abrir el corazón.
Podría ser
 
; tu perro
—es ahí adonde
a muchos amigos
y a mí
nos hallarían—.
Podrían ser
el desierto
o la montaña
el río
o un peculiar
recodo
en un camino solitario
que te hace
sufrir
de añoranza.
Deja que nos hallen
hundidos en
la conspiración
(respirando juntos)
del amor
—abiertos nuestros corazones—;
resignados a ser
estos
a veces ridículos
y siempre vulnerables
seres humanos
a quienes
aquellos
que no tienen
experiencia de que
el amor existe
en este mundo
deben espiar.
And When They Spy on Us
for Snowden
And when they spy
on us
let them discover
us
loving—
it really doesn’t
matter what we are loving
let it be
an exercise
of the heart.
You can begin
with
your car—
if that has been
your training.
After all
the great ones
tell us
it is all about
and by any means
necessary
opening the heart.
It could be
your dog—
that is where
most of my friends
and I
would be found.
It could be
desert
or mountain
river
or a peculiar
bend
in a lonely road
that makes you
ache
with longing.
Let them find us
deep in
the conspiracy
(breathing together)
of love—
our hearts open;
resigned to being
these
sometimes ridiculous
and always vulnerable
human beings
that those
who have no
experience that
love can exist
in this world
must spy
upon.
Confiada anticipación de la dicha
Qué extraño se siente
hablar acerca
de la atención médica en Estados Unidos
cuidar de la
salud de la gente
mientras nuestro gobierno
mutila con bombas
los miembros
de niños
en tierras lejanas.
Y hace pasar hambre y encarcela
a no pocos de ellos
en su país.
¿No es raro
que parezca
obviamente desconocido
que la verdadera asistencia médica
debe significar, al mínimo,
la intención de no hacer daño
a nadie?
Qué extraño es regatear
sobre cuánto puede costar
este o aquel
“procedimiento”
médico;
queriendo decir estrictamente
que concierne
a nuestros propios cuerpos
y que estos sí son valiosos.
Mientras que más allá
los “procedimientos”
militares
que nuestro país exporta
pueden
rebanar en dos
a un abuelo mientras
sus nietos
que se han reunido
a su lado
en una
confiada anticipación
de alegría
devienen coágulos de sangre
y cabellos apelmazados
en las paredes.
En lo que queda de ellas.
Es extraño cómo hablamos
y regateamos
como si fuéramos los únicos
seres en el Universo
que necesitáramos
atención a nuestra salud.
Atención médica:
atención a la vida
misma.
Aquello por lo que los mutilados
y los asesinados
en muchas tierras
han muerto,
llorando sin esperanza.
Confident Anticipation of Joy
How peculiar it feels
to speak about
health care in America
taking care of people’s
health
while our government
bombs
the limbs
off children
in faraway lands.
And starves and imprisons
not a few of them
at home.
How odd
that it seems
not obviously known
that true health care
must mean, at minimum,
deliberate non-harming
of anyone?
How strange is haggling
over how much this or that
medical
“procedure”
is going to cost;
meaning strictly
where our own bodies
and they are precious
are concerned.
While over there
military
“procedures”
our country exports
may
slice a grandfather
in half while his
grandchildren
who have crowded
around him
in
confident anticipation
of joy
become clots of blood
and matted hair
on the walls.
What’s left of the walls.
Weird how we talk
and haggle
as if we are the only
people in the Universe
needing
care of our health.
Health care:
care of Life
itself.
What the maimed
and slaughtered
in many lands
have died,
hopelessly
crying for.
La madre de los árboles
Si yo fuera
la madre del Viento
soplaría todo el miedo
lejos de ti.
Si yo fuera
la madre del Agua
lavaría la senda
que te intimida.
Si yo fuera la madre de
los Árboles
sembraría
a mis hijos más altos
en torno a tus pies
de modo que
pudieras escalar
lejos de todo riesgo.
Pero, ay,
solo soy
madre de humanos
cuyos poderes mágicos
se han esfumado
por haber dejado
que nuestros más pequeños
encaren la injusticia
el sufrimiento
y los más funestos
terrores
ellos solos.
Nota: El gran activista pacífico y humanitario israelí Nurit Peled-Elhanan, quien perdió a su hija en un atentado suicida, me envió una inquietante foto en la que un niño era arrestado por soldados tres veces más grandes que él. Venía acompañada con una explicación de lo que sucedía en la foto —una guerra contra niños que arrojaban piedras a los tanques que arrasaban
con sus hogares— y con la solicitud de que hiciera circular la imagen. Durante semanas no hice otra cosa que pensar en este niño y en todos los niños palestinos que han sido sacados de sus casas y escuelas, de sus camas, con frecuencia en medio de la noche. ¿Qué es lo que ocurre con ciertas fotografías? Existen, para la mayoría de nosotros, dos o tres que nunca nos abandonarán. Para mí hay otras dos: la del niño africano que lentamente muere de hambre mientras un buitre espera dentro del cuadro; la otra de John Kennedy echado sobre una mesa en algún lugar de Texas, con sus heridas visibles, particularmente la cercana a su garganta, con los ojos muy abiertos. Se ve terriblemente joven, vulnerable y precioso, yaciente allí; símbolo del líder que nos despierta, y que es indefectiblemente sacrificado en la larga historia de Américas nacidas muertas.
The Mother of Trees
If I could be
the mother of Wind
I would blow all fear
away from you.
If I could be
the mother of Water
I would wash out the path
that frightens you.
If I were the mother
of Trees
I would plant
my tallest children
around your feet
that you might
climb
beyond all danger.
But alas,
I am only
a mother of humans
whose magic powers
have vanished
since we allow
our littlest ones
to face injustice
suffering
& the unholiest
of terrors
alone.
Note: This disturbing photograph of a small child being arrested by soldiers three times his size was sent to me by the great Israeli peace activist and humanitarian Nurit Peled-Elhanan, who lost her daughter in a suicide bombing. There was an explanation of what was happening in the photograph—a war on children who threw stones at the tanks demolishing their homes—and a request that I circulate the image. For weeks I did nothing but think about this child and all the Palestinian children taken from their schools and homes, their beds, often in the middle of the night. What is it about certain photographs? There are for most of us two or three that will not go away. Two others for me: the one of the African child slowly dying of starvation while a vulture waits within the frame; the one of John Kennedy laid out on a table in Texas, his wounds visible, especially the one near his throat, his eyes wide open. He seems shockingly young, vulnerable and precious, lying there; emblematic of the awakening leader who is always sacrificed in the long history of stillborn Americas.
Nunca dejes pasar la oportunidad de besar
especialmente para nuestras hijas y sus familias en Nigeria
Nunca dejes pasar
una oportunidad
de besar:
el mundo se ha acabado
y comenzado de nuevo
muchas veces
ya antes;
si nos llevamos
por la Biblia africana*
transcrita para
nuestra asustada era
por Credo Mutwa.
Tres profundas reverencias.
Sí, nunca dejes pasar
una oportunidad