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Border of a Dream: Selected Poems of Antonio Machado (Spanish Edition)

Page 24

by Antonio Machado


  The white blossom

  of the pear in the orchard,

  pink blossom of the peach.

  And the smell

  the damp wind pulls out

  of the blossoming beans.

  8

  The fountain and the four

  acacia trees in bloom

  in the little square.

  The sun no longer burning.

  Cheerful twilight!

  Sing, nightingale.

  At the same hour

  ticking in my heart.

  9

  White inn,

  a traveler’s small room

  with my shadow!

  10

  The Roman aqueduct

  (a voice from my land sings)

  and our love for each other.

  Sweetheart, what resolve!

  11

  For words of love

  a bit of exaggeration

  feels good.

  12

  In Santo Domingo,37

  high mass.

  Though they called me

  a heretic and mason,

  praying with you,

  what devotion!

  13

  At the fiesta on the green meadow

  a flute and drum.

  A shepherd came in gold sandals

  and his flowery crook.

  I descended the mountain

  only to dance with her.

  I will climb back up the mountain.

  In the garden trees

  there is a nightingale

  who sings night and day,

  who sings to the moon and sun.

  Hoarse from singing

  the girl will come to the garden

  and cut a rose.

  Among the black oaks

  there is a stone fountain

  and a tiny earthen jug

  that never gets full.

  Through the oaks

  she will come back

  when the white moon is out.

  14

  With you in Valonsadero

  at the fiesta of Saint John’s Eve.

  Tomorrow on the pampas

  on the other side of the sea.

  Keep faith with me,

  I will come back.

  Tomorrow I’ll be a pampero38

  and my heart will disappear

  to the banks of the high Duero.

  15

  Women, while you dance

  in a circle, sing:

  Now meadows are green,

  now gallant spring is here.

  On the bank of the river,

  among the black oaks

  we saw his silver sandals dazzling.

  Now meadows are green,

  now gallant spring is here.

  37 Antonio and Leonor lived near this church in Soria.

  38 One who lives on the pampas.

  Canciones del alto Duero

  Canción de mozas

  1

  Molinero es mi amante,

  tiene un molino

  bajo los pinos verdes,

  cerca del río.

  Niñas, cantad:

  “Por las tierras de Soria

  yo quisiera pasar.”

  2

  Por las tierras de Soria

  va mi pastor.

  ¡Si yo fuera una encina

  sobre un alcor!

  Para la siesta,

  si yo fuera una encina

  sombra le diera.

  3

  Colmenero es mi amante,

  y, en su abejar,

  abejicas de oro

  vienen y van.

  De tu colmena,

  colmenero del alma,

  yo colmenera.

  4

  En las sierras de Soria,

  azul y nieve,

  leñador es mi amante

  de pinos verdes.

  ¡Quién fuera el águila

  para ver a mi dueño

  cortando ramás!

  5

  Hortelano es mi amante,

  tiene su huerto,

  en la tierra de Soria,

  cerca del Duero.

  ¡Linda hortelana!

  Llevaré saya verde,

  monjil de grana.

  6

  A la orilla del Duero,

  lindas peonzas,

  bailad, coloraditas

  como amapolas.

  ¡Ay, garabí!...

  Bailad, suene la flauta

  y el tamboril.

  Songs of the Upper Duero

  Young women songs

  1

  The miller is my lover.

  He has a mill

  below the green pines

  near the river.

  Women, sing:

  “Through Sorian country

  I want to go.”

  2

  Though Sorian country

  my shepherd goes.

  If I were an oak

  on a hill!

  For his siesta,

  if I were an oak

  I’d shade him.

  3

  A honeycomb is my lover,

  and in his hive

  tiny bees of gold

  come and go.

  Out of honeycomb,

  honeycomb of the soul,

  I the beekeeper.

  4

  In the Sorian sierra

  blue and snow.

  The woodcutter is my lover

  of green pines.

  Who could be the eagle

  watching my master

  cutting logs?

  5

  The gardener is my lover.

  He has a garden

  in the Sorian country

  near the Duero.

  Beautiful gardener!

  I will wear a green skirt

  grape-colored like a nun.

  6

  On the bank of the Duero,

  lovely farm girls,

  dance in red splashes

  like poppies.

  O in colors!

  Dance. Sound the flute

  and drum.

  Proverbios y cantares

  A José Ortega y Gasset

  1

  El ojo que ves no es

  ojo porque tú lo veas;

  es ojo parque te ve.

  2

  Para dialogar,

  preguntad primero;

  después... escuchad.

  3

  Todo narcisismo

  es un vicio feo,

  y ya viejo vicio.

  4

  Mas busca en tu espejo al otro,

  al otro que va contigo.

  5

  Entre el vivir y el soñar

  hay una tercera cosa.

  Adivínala.

  6

  Ese tu Narciso

  ya no se ve en el espejo

  porque es el espejo mismo.

  7

  ¿Siglo nuevo? ¿Todavía

  llamea la misma fragua?

  ¿Corre todavía el agua

  por el cauce que tenía?

  8

  Hoy es siempre todavía.

  9

  Sol en Aries. Mi ventana

  está abierta al aire frío.

  —¡Oh rumor de agua lejana!—.

  La tarde despierta al río.

  10

  En el viejo caserío

  —¡oh anchas torres con cigüeñas!—

  enmudece el son gregario,

  y en el campo solitario

  suena el agua entre las peñas.

  11

  Como otra vez, mi atención

  está del agua cautiva;

  pero del agua en la viva

  roca de mi corazón.

  12

  ¿Sabes, cuando el agua suena,

  si es agua de cumbre o valle,

  de plaza, jardín o huerta?

  13

  Encuentro lo que no busco:

  las hojas del toronjil

  huelen a limón maduro.

  14<
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  Nunca traces tu frontera,

  ni cuides de tu perfil;

  todo eso es cosa de fuera.

  15

  Busca a tu complementario,

  que marcha siempre contigo,

  y suele ser tu contrario.

  16

  Si vino la primavera,

  volad a las flores;

  no chupéis cera.

  17

  En mi soledad

  he vista cosas muy claras,

  que no son verdad.

  18

  Buena es el agua y la sed;

  buena es la sombra y el sol;

  la miel de flor de romero,

  la miel de campo sin flor.

  19

  A la vera del camino

  hay una fuente de piedra,

  y un cantarillo de barro

  —gluglú—que nadie se lleva.

  20

  Adivina adivinanza,

  qué quieren decir la fuente,

  el cantarillo y el agua.

  21

  ...Pero yo he vista beber

  hasta en los charcos del suelo.

  Caprichos tiene la sed.

  22

  Sólo quede un símbolo:

  quod elixum est ne asato.

  No aséis lo que está cocido.

  23

  Canta, canta, canta.

  junto a su tomate,

  el grillo en su jaula.

  24

  Despacito y buena letra:

  el hacer las cosas bien

  importa más que el hacerlas.

  25

  Sin embargo...

  ¡Ah!, sin embargo,

  importa avivar los remos,

  dijo el caracol al galgo.

  26

  ¡Ya hay hombres activos!

  Soñaba la charca

  con sus mosquitos.

  27

  ¡Oh calavera vacía!

  ¡Y pensar que todo era

  dentro de ti, calavera!,

  otra Pandolfo decía.

  28

  Cantores, dejad

  palmas y jaleo

  para los demás.

  29

  Despertad, cantores:

  acaben los ecos,

  empiecen las voces.

  30

  Mas no busquéis disonancias;

  porque, al fin, nada disuena,

  siempre al son que tocan bailan.

  31

  Luchador superfluo,

  ayer lo más noble,

  mañana lo más plebeyo.

  32

  Camorrista, boxeador,

  zúrratelas con el viento.

  33

  Sin embargo...

  ¡Oh!, sin embargo,

  queda fetiche que aguarda

  ofrenda de puñetazos.

  34

  O rinnovarsi o perire...

  No me suena bien

  Navigare è necessario...

  Mejor:¡vivir para ver!

  35

  Ya maduró un nuevo cero,

  que tendrá su devoción:

  un ente de acción tan huero

  como un ente de razón.

  36

  No es el yo fundamental

  eso que busca el poeta,

  sino el tú esencial.

  37

  Viejo como el mundo es

  —dijo un doctor—, olvidado,

  por sabido, y enterrado

  cual la momia de Ramsés.

  38

  Mas el doctor no sabía

  que hoy es siempre todavía.

  39

  Busca en tu prójimo espejo;

  pero no para afeitarte,

  ni para teñirte el pelo.

  40

  Los ojos por que suspiras,

  sábelo bien.

  los ojos en que te miras

  son ojos porque te ven.

  41

  —Ya se oyen palabras viejas.

  —Pues aguzad las orejas.

  42

  Enseña el Cristo: a tu prójimo

  amarás como a ti mismo,

  mas nunca olvides que es otro.

  43

  Dijo otra verdad:

  busca el tú que nunca es tuyo

  ni puede serlo jamás.

  44

  No desdeñéis la palabra;

  el mundo es ruidoso y mudo,

  poetas, sólo Dios habla.

  45

  ¿Todo para los demás?

  Mancebo, llena tu jarro,

  que ya te la beberán.

  46

  Se miente más de la cuenta

  por falta de fantasía:

  también la verdad se inventa.

  47

  Autores, la escena acaba

  con un dogma de teatro:

  En el principio era la máscara.

  48

  Será el peor de los malos

  bribón que olvide

  su vocación de diablo.

  49

  ¿Dijiste media verdad?

  Dirán que mientes dos veces

  si dices la otra mitad.

  50

  Con el tú de mi canción

  no te aludo, compañero;

  ese tú soy yo.

  51

  Demos tiempo al tiempo:

  para que el vaso rebose

  hay que llenarlo primero.

  52

  Hora de mi corazón:

  la hora de una esperanza

  y una desesperación.

  53

  Tras el vivir y el soñar,

  está lo que más importa:

  despertar.

  54

  Le tiembla al cantar la voz.

  Ya no le silban sus coplas,

  que silba su corazón.

  55

  Ya hubo quien pensó:

  Cogito ergo non sum.

  ¡Qué exageración!

  56

  Conversación de gitanos:

  —¿Cómo vamos, compadrito?

  —Dando vueltas al atajo.

  57

  Algunos desesperados

  sólo se curan con soga;

  otros con siete palabras:

  la fe se ha puesto de moda.

  58

  Creí mi hogar apagado,

  y revolví la ceniza...

  Me quemé la mano.

  59

  ¡Reventó de risa!

  ¡Un hombre tan serio!

  ...Nadie lo diría.

  60

  Que se divida el trabajo:

  los malos unten la flecha;

  los buenos tiendan el arco.

  61

  Como don San Tob,

  se tiñe las canas,

  y con más razón.

  62

  Por dar al viento trabajo.

  cosía con hilo doble

  las hojas secas del árbol.

  63

  Sentía los cuatro vientos,

  en la encrucijada

  de su pensamiento.

  64

  ¿Conoces los invisibles

  hiladores de los sueños?

  Son dos: la verde esperanza

  y el torvo miedo.

  Apuesta tienen de quién

  hile más y más ligero,

  ella, su copo dorado;

  él, su copo negro.

  Con el hilo que nos dan

  tejemos, cuando tejemos.

  65

  Siembra la malva:

  pero no la comas,

  dijo Pitágoras.

  Responde al hachazo

  —ha dicho el Buda ¡y el Cristo!—

  con tu aroma, como el sándalo.

  Bueno es recordar

  las palabras viejas

  que han de volver a sonar.

  66

  Poned atención:

  un corazón solitario

  no es un corazón.

  67

  Abejas, cantores,

  no a la miel, sino a las flores.

  68

&nb
sp; Todo necio

  confunde valor y precio.

  69

  Lo ha visto pasar en sueños...

  Buen cazador de sí mismo,

  siempre en acecho.

  70

  Cazó a su hombre malo,

  el de los días azules,

  siempre cabizbajo.

  71

  Da doble luz a tu verso,

  para leído de frente

  y al sesgo.

 

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