Lorca & Jimenez
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four Romans are dead
and five Carthaginians.”
Dusk that the fig trees and the
hot whispers have made hysterical
faints and falls on the bloody
thighs of the riders,
and black angels went on flying
through the failing light,
angels with long hair,
and hearts of olive-oil.
THAMAR Y AMNON
Para Alfonso García-Valdecasas
La luna gira en el cielo
sobre las tierras sin agua
mientras el verano siembra
rumores de tigre y llama.
Por encima de los techos
nervios de metal sonaban.
Aire rizado venía
con los balidos de lana.
La tierra se ofrece llena
de heridas cicatrizadas,
o estremecida de agudos
cauterios de luces blancas.
Thamar estaba soñando
pájaros en su garganta,
al son de panderos fríos
y cítaras enlunadas.
Su desnudo en el alero,
agudo norte de palma,
pide copos a su vientre
y granizo a sus espaldas.
Thamar estaba cantando
desnuda por la terraza.
Alrededor de sus pies,
cinco palomas heladas.
THAMAR AND AMNON
For Alfonso García-Valdecasas
The moon turns in the sky
above the dry fields
and the summer plants
rumors of tiger and flame.
Nerves of metal
resonated over the roofs.
Bleatings made of wool
arrived on curly winds.
The earth lies covered
with scarred-over wounds,
or shaken by the sharp
burnings of white stars.
Thamar was dreaming of
birds in her throat.
She heard frosty tambourines
and moon-covered zithers.
Her nakedness on the roof,
a palm pointing north,
asks for snowflakes at her stomach,
and hailstones at her shoulders.
Thamar was there singing
naked on the roof-top.
Huddled near her feet
five frozen doves.
Amnón, delgado y concreto,
en la torre la miraba,
llenas las ingles de espuma
y oscilaciones la barba.
Su desnudo iluminado
se tendía en la terraza,
con un rumor entre dientes
de flecha recién clavada.
Amnón estaba mirando
la luna redonda y baja,
y vió en la luna los pechos
durísimos de su hermana.
Amnón a las tres y media
se tendió sobre la cama.
Toda la alcoba sufría
con sus ojos llenos de alas.
La luz, maciza, sepulta
pueblos en la arena parda,
o descubre transitorio
coral de rosas y dalias.
Linfa de pozo oprimida
brota silencio en las jarras.
En el musgo de los troncos
la cobra tendida canta.
Amnón gime por la tela
fresquísima de la cama.
Yedra del escalofrío
cubre su carne quemada.
Thamar entró silenciosa
Amnon, lithe and firm,
watched her from his tower.
His genitals were like surf,
and his beard swaying.
Her luminous nakedness
stretched out on the terrace,
her teeth sound like an arrow
that has just hit its mark.
Amnon was looking over
at the round and heavy moon,
and he saw there the hard
breasts of his sister.
At three-thirty Amnon
threw himself on his bed.
The hundred wings in his eyes
disturbed the whole room.
The moonlight, massive, buries
towns under dark sand,
or opens a mortal coral
of dahlias and roses.
Underground water oppressed
breaks its silence in jars.
The cobra is singing on the tree,
stretched out on the mosses.
Amnon groans from the fresh
sheets of his bed.
An ivy of icy fever
covers his burning body.
Thamar walked silently
en la alcoba silenciada,
color de vena y Danubio,
turbia de huellas lejanas.
—Thamar, bórrame los ojos
con tu fija madrugada.
Mis hilos de sangre tejen
volantes sobre tu falda.
—Déjame tranquila, hermano.
Son tus besos en mi espalda
avispas y vientecillos
en doble enjambre de flautas.
—Thamar, en tus pechos altos
hay dos peces que me llaman,
y en las yemas de tus dedos
rumor de rosa encerrada.
Los cien caballos del rey
en el patio relinchaban.
Sol en cubos resistía
la delgadez de la parra.
Ya la coge del cabello,
ya la camisa le rasga.
Corales tibios dibujan
arroyos en rubio mapa.
¡ Oh, qué gritos se sentían
por encima de las casas!
Qué espesura de puñales
y túnicas desgarradas.
into the silence of his bedroom,
the color of blood and Danube
troubled with far off footprints.
“Thamar, put out my eyes
with your piercing dawn.
The threads of my blood
are weaving the folds on your dress.”
“Leave me be, brother.
Your kisses are wasps
on my shoulder, and winds blowing
in a double twirling of flutes.”
“Thamar, I hear two fishes
calling me from your steep breasts,
and the sound of closed rosebuds
in the tips of your fingers.”
The hundred horses of the king
neigh together in the courtyard.
The sun in buckets fought
the slenderness of the vine.
Now he takes her by the hair,
now he rips her dress.
Warm corals start drawing
rivulets on a blond country.
What screams are heard now
lifting above the houses!
What a thicket of knives,
and cloaks torn up!
Por las escaleras tristes
esclavos suben y bajan.
Embolos y muslos juegan
bajo las nubes paradas.
Alrededor de Thamar
gritan vírgenes gitanas
y otras recogen las gotas
de su flor martirizada.
Paños blancos enrojecen
en las alcobas cerradas.
Rumores de tibia aurora
pámpanos y peces cambian.
Violador enfurecido,
Amnón huye con su jaca.
Negros le dirigen flechas
en los muros y atalayas.
Y cuando los cuatro cascos
eran cuatro resonancias,
David con unas tijeras
cortó las cuerdas del arpa.
Slaves keep going up
the sad stairs and back down.
Pistons and thighs play
under the motionless clouds.
Standing around Thamar
gypsy virgins give cries,
others gathe
r up the drops
of her murdered flower.
White fabrics slowly turn red
in the locked bedrooms.
At first whisper of warm dawn
fish turn back into tendrils.
The raper, Amnon, flees,
wild, on his horse.
Negroes shoot arrows
at him from the parapets.
When the beat of the four hoofs
became four fading chords,
David took a scissors
and cut the strings of his harp.
PRECIOSA Y EL AIRE
A Dámaso Alonso
Su luna de pergamino
Preciosa tocando viene
por un anfibio sendero
de cristales y laureles.
El silencio sin estrellas,
huyendo del sonsonete,
cae donde el mar bate y canta
su noche llena de peces.
En los picos de la sierra
los carabineros duermen
guardando las blancas torres
donde viven los ingleses.
Y los gitanos del agua
levantan por distraerse,
glorietas de caracolas
y ramas de pino verde.
Su luna de pergamino
Preciosa tocando viene.
Al verla se ha levantado
el viento que nunca duerme.
San Cristobalón desnudo,
lleno de lenguas celestes,
mira a la niña tocando
una dulce gaita ausente.
—Niña, deja que levante
PRECIOSA AND THE WIND
for Dámaso Alonso
Preciosa comes along,
playing her parchment moon,
down an amphibious path
of laurel trees and water lights.
The silence without stars
fleeing from all this noise
falls over where the high seas sing
about their fish-filled night.
The sentries on the mountain
peaks are asleep,
keeping watch over the white
towers where the English live.
And the river gypsies
to pass the time build summer
houses out of seashells
and evergreen boughs.
Preciosa strolls along,
picking her parchment moon.
Seeing her, the wind
who never sleeps rises,
and St. Christopher, huge and naked,
a storehouse of divine tongues,
watches the girl playing
on some soft and absent pipes.
“Sweetheart, let me lift up
tu vestido para verte.
Abre en mis dedos antiguos
la rosa azul de tu vientre.
Preciosa tira el pandero
y corre sin detenerse.
El viento-hombrón la persigue
con una espada caliente.
Frunce su rumor el mar.
Los olivos palidecen.
Cantan las flautas de umbría
y el liso gong de la nieve.
¡ Preciosa, corre, Preciosa,
que te coge el viento verde!
¡ Preciosa, corre, Preciosa!
¡ Míralo por donde viene!
Sátiro de estrellas bajas
con sus lenguas relucientes.
Preciosa, llena de miedo,
entra en la casa que tiene,
más arriba de los pinos,
el cónsul de los ingleses.
Asustados por los gritos
tres carabineros vienen,
sus negras capas ceñidas
y los gorros en las sienes.
your dress and have a look.
Open the blue rose
of your belly for my old fingers.”
Preciosa tosses the tambourine
and runs wildly.
The horny wind runs after
with a hot sword.
The sea puckers up its sound.
The olives turn pale.
The flutes of darkness call,
and the sleek gong of the snow.
Run, Preciosa, run!
The green wind will get you!
Run, Preciosa, run!
Look, he’s gaining on you!
Goat-man of deep-voiced stars
with luminous tongues.
Terrified, Preciosa
runs into the villa
—high above the pine trees—
where the English consul lives.
Three sentries frightened
by her cries come down,
their black capes buckled,
caps pulled too far down.
El inglés da a la gitana
un vaso de tibia leche,
y una copa de ginebra
que Preciosa no se bebe.
Y mientras cuenta, llorando,
su aventura a aquella gente,
en las tejas de pizarra
el viento, furioso, muerde.
The Englishman gives a tumbler
of warm milk to the gypsy,
and a shotglass of gin,
which Preciosa refuses.
All the time she’s telling
—crying—her adventure,
the wind, enraged, bites
the tiles on the roof.
from
Poeta en Nueva York
1930
VUELTA DE PASEO
Asesinado por el cielo,
entre las formas que van hacia la sierpe
y las formas que buscan el cristal,
dejaré crecer mis cabellos.
Con el árbol de muñones que no canta
y el niño con el blanco rostro de huevo.
Con los animalitos de cabeza rota
y el agua harapienta de los pies secos.
Con todo lo que tiene cansancio sordomudo
y mariposa ahogada en el tintero.
Tropezando con mi rostro distinto de cada día.
¡ Asesinado por el cielo!
HOME FROM A WALK
Assassinated by the sky,
between the forms that are moving toward the serpent,
and the forms that are moving toward the crystal,
I’ll let my hair fall down.
With the tree of amputated limbs that does not sing,
and the boy with the white face of an egg.
With all the tiny animals who have broken heads,
and the ragged water that walks on its dry feet.
With all the things that have a deaf and dumb fatigue,
and the butterfly drowned in the inkpot.
Stumbling over my face that changes every day,
assassinated by the sky!
IGLESIA ABANDONADA
(Balada de la Gran Guerra)
Yo tenía un hijo que se llamaba Juan.
Yo tenía un hijo.
Se perdió por los arcos un viernes de todos los muertos.
Le ví jugar en las últimas escaleras de la misa
y echaba un cubito de hojalata en el corazón del sacerdote.
He golpeado los ataúdes. ¡ Mi hijo! ¡ Mi hijo! ¡ Mi hijo!
Saqué una pata de gallina por detrás de la luna y luego,
comprendí que mi niña era un pez
por donde se alejan las carretas.
Yo tenía una niña.
Yo tenía un pez muerto bajo la ceniza de los incensarios.
Yo tenía un mar. ¿ De qué? ¡ Dios mío! ¡ Un mar!
Subí a tocar las campanas, pero las frutas tenían gusanos
y las cerillas apagadas
se comían los trigos de la primavera.
Yo ví la transparente cigüeña de alcohol
mondar las negras cabezas de los soldados agonizantes
y ví las cabañas de goma
donde giraban las copas llenas de lágrimas.
En las anémonas del ofertorio te encontraré, ¡ corazón mío!
cuando el sacerdote levante l
a mula y el buey con sus fuertes
brazos
para espantar los sapos nocturnos que rondan los helados
paisajes del cáliz.
Yo tenía un hijo que era un gigante,
pero los muertos son más fuertes y saben devorar pedazos de
cielo.
RUNDOWN CHURCH
(Ballad of the First World War)
I had a son and his name was John.
I had a son.
He disappeared into the arches one Friday of All Souls.
I saw him playing on the highest steps of the Mass
throwing a little tin pail at the heart of the priest.
I knocked on the coffin. My son! My son! My son!
I drew out a chicken foot from behind the moon and then
I understood that my daughter was a fish
down which the carts vanish.
I had a daughter.
I had a fish dead under the ashes of the incense burner.
I had an ocean. Of what? Good Lord! An ocean!
I went up to ring the bells but the fruit was all wormy
and the blackened match-ends
were eating the spring wheat.
I saw a stork of alcohol you could see through
shaving the black heads of the dying soldiers
and I saw the rubber booths
where the goblets full of tears were whirling.
In the anemones of the offertory I will find you, my love!
when the priest with his strong arms raises up the mule and
the ox
to scare the nighttime toads that roam in the icy landscapes of
the chalice.
I had a son who was a giant,
but the dead are stronger and know how to gobble down pieces
of the sky.
Si mi niño hubiera sido un oso,
yo no temería el sigilo de los caimanes,
ni hubiese visto el mar amarrado a los árboles
para ser fornicado y herido por el tropel de los regimientos.
¡ Si mi niño hubiera sido un oso!
Me envolveré sobre esta lona dura para no sentir el frío de los
musgos.
Sé muy bien que me darán una manga o la corbata;
pero en el centro de la misa yo romperé el timón y entonces
vendrá a la piedra la locura de pingüinos y gaviotas
que harán decir a los que duermen y a los que cantan por las